Tres etapas del camino:
El discernimiento, la contemplación y el servicio.
El discernimiento experiencial:
En la primera etapa del camino se nos invita a alcancar nuestro centro y vivir desde él; a esta capacidad se la denomina «discernimiento»: llegar a autorregularse interna y externamente, siendo fieles a nuestra conciencia y a la realidad.
Este discernimiento es una capacidad intuitiva y una inteligencia afectiva que escucha y está en conexión con el cuerpo, las necesidades reales, las emociones, la indagación mental sana, los valores y el ser profundo, además de estar abierto a los demás y a la realidad en toda su profundidad.
Alcanzar el discernimiento es análogo a alcanzar la «apatheia» o serenidad y libertad, que constituía la primera experiencia importante del camino espiritual según Evagrio Póntico, padre del monacato cristiano.
La contemplación:
Podría describirse como la experiencia de estar en conexión con nosotros mismos y ser comunión con los demás, con la naturaleza y con el Misterio.
Es una experiencia que va «más allá de la mente», un «excessus mentis» (salida de la mente) decían los antiguos monjes.
Muy a menudo va unida a experiencias «diferenciadas de conciencia», pero no se identifica con ellas necesariamente.
Para el monacato antiguo es, ante todo, una experiencia de plenitud de Amor; San Bernardo de Claraval, decía que en ella se daba un «consensus» o consentimiento pleno del yo a Dios, una unión entre ambas voluntades sin fusión y sin separación. En términos laicos podríamos decir que el yo acepta la realidad en toda su profundidad y se armoniza con ella plenamente.
La atención amable o amorosa es el primera experiencia del amor y, por ello, constituye la base de toda práctica de contemplación o meditación.
El Servicio: La Hermandad Universal
El final del camino no es la contemplación, sino la praxis del amor universal o praxis compasiva: el compromiso por humanizar y cuidar toda la vida, aliviando su sufrimiento, vivido en la vida cotidiana y que nace de una conciencia experiencial de la hermandad universal (filiación en término cristianos).